INTRODUCCIÓN
La economía contemporánea está caracterizada por la creciente relevancia del conocimiento, la innovación y la información como motores del desarrollo y la competitividad empresarial. En este contexto, los activos intangibles, particularmente el capital intelectual, han cobrado un rol estratégico. No obstante, su representación contable sigue siendo limitada. El presente paper lleva a cabo una revisión bibliográfica de esta problemática y propone mecanismos para mejorar su visibilidad y valorización. Los Intangibles son parte significativa del valor de mercado de las organizaciones, su análisis corresponde a la necesidad de la contabilidad tradicional, que no proporciona la información suficiente en relación con el reconocimiento, medición y evaluación de estos.
El capital intelectual (CI) se define como el conjunto de activos intangibles que posee una organización y que contribuyen a su capacidad para crear valor. A diferencia de los activos tangibles, como la maquinaria y el equipo, el CI reside en el conocimiento, las habilidades, las relaciones y la cultura de la organización. La gestión eficaz del CI es crucial para el éxito a largo plazo, ya que permite a las empresas innovar, adaptarse a los cambios del mercado y obtener una ventaja competitiva sostenible. (Edvinsson & Malone, 1997).
En el desarrollo de la economía que hace énfasis en el conocimiento y las comunicaciones, se ha destacado la importancia de los Intangibles como elementos generadores de valor, teniendo en cuenta que usualmente se da mayor importancia a los recursos físicos y monetarios, sin tener presente que la identificación de los Intangibles es una nueva realidad; la cual le proporciona al ente que los valora mayor eficiencia y verdaderas fuentes de creación de valor.
El capital intelectual ha creado relevancia en la economía actual, reconocida como la era del conocimiento, los intangibles son considerados estratégicos para la toma de decisiones en todas las organizaciones. En comparación con los activos tangibles, como las maquinaría o equipo, edificios, inventarios entre otros el capital intelectual incluye conocimientos, habilidades, experiencia, actitudes y relacionamiento; que permite el desarrollo de competencias para la solución de problemas de manera eficiente, impactando de manera positiva en la productividad y rentabilidad. (Gongora, L. C. (2025).
Planteamiento del problema
En la normativa contable contemporánea, cobra creciente relevancia el capital intangible, que representa cerca del 60 % del patrimonio de una organización y constituye un motor esencial para la generación de ingresos. Aunque tradicionalmente los gastos asociados a procesos como selección, pruebas y dotación se registran como operativos, en un enfoque más equitativo deberían reconocerse como inversiones aquellas erogaciones destinadas a capacitación, bienestar y desarrollo, integrándolas dentro del capital intelectual. Esto permitiría reflejar con mayor fidelidad su impacto en los estados financieros y en el desempeño organizacional.
Sin embargo, la NIC 38 restringe el reconocimiento de activos intangibles, como el capital humano, considerando las inversiones en desarrollo y bienestar únicamente como gastos operativos. Este criterio contable tradicional tiende a subestimar el verdadero valor económico de los intangibles y genera una brecha significativa entre la realidad empresarial y lo que muestran los estados financieros. Aunque las notas a los estados financieros procuran ofrecer información complementaria, resultan insuficientes para reflejar de forma transparente elementos clave como la propiedad intelectual, las marcas o la innovación.
Por ello, se plantea la necesidad de incorporar un informe específico sobre el capital intangible, que proporcione una visión más completa del valor real de la empresa, fortalezca la toma de decisiones estratégicas y contribuya a cerrar la brecha entre la contabilidad tradicional y las exigencias del entorno empresarial actual.
¿De qué manera incide la falta de reconocimiento del capital intangible en la normatividad contable actual, y qué estrategias podrían implementarse para optimizar su identificación, valoración y registro contable en el contexto de la economía contemporánea?
Dentro del marco teórico, Para Brooking (1997), el capital intelectual “Se compone de cuatro tipos de activos: activos de mercado, que incluyen elementos como marcas y patentes; activos de propiedad intelectual, que abarcan protección legal como el know-how y derechos de autor; activos centrados en el individuo, relacionados con capacidades cognitivas y creativas; y activos de infraestructura, que se enfocan en tecnologías y metodologías innovadora”
Pérez (2013) argumenta que el capital intangible marca la diferencia en el entorno empresarial actual, ya que permite a las empresas no solo sobrevivir, sino prosperar en un mercado competitivo. En consecuencia, surge la necesidad de revelar la importancia de los activos intangibles, especialmente el capital humano, como un factor clave para el éxito y la sostenibilidad organizacional.
La medición del capital intelectual en una organización resulta fundamental para identificar los elementos clave que contribuyen a la generación de valor. Este proceso facilita una gestión más eficaz de dichos activos, maximizando su impacto en los resultados empresariales. Al cuantificar estos recursos intangibles, la empresa puede orientar sus esfuerzos hacia la mejora continua, incrementar su eficiencia y optimizar el uso de sus recursos estratégicos.
Modelo Navegador Skandia: Propuesto por Edvinsson y Malone en 1998, este sistema de gestión del Capital Intelectual tuvo su origen en 1994 como parte del informe anual de la compañía Skandia. En dicho informe se evidenció el aporte estratégico del Capital Intelectual desarrollado internamente, diferenciándolo del capital financiero tradicional. Su objetivo principal fue crear una herramienta que orientara el proceso de toma de decisiones desde la alta dirección. (Gómez-Bayona, 2020).
Figura 1. Modelo estructural Navegador Skandia
Fuente: Adaptado de “Identificación, medición y valoración del capital humano a partir del modelo Skandia: aplicación en una UCIN” (p. 36), Bravo, N., Oviedo, J., y Figueroa, C. (2023)
El marco de la Gestión de control interno CI, Desarrollado por Leif Edvinsson en Skandia AFS, este modelo es uno de los pioneros en la gestión del CI. El Skandia Navigator divide el CI en cinco áreas de enfoque:
Figura 2. Marco de gestión del Control Interno
Fuente: Modelo de gestión de control interno, Skandia Navigator divide el CI en cinco áreas de enfoque, imagen generada con Napkin – IA.
Modelo Balanced Business Scorecard: Desarrollado por Kaplan y Norton en 1992, este modelo se consolidó como una de las propuestas pioneras en el ámbito del Capital Intelectual. Incorpora indicadores de gestión no financieros, lo cual lo convierte en una herramienta integral para la evaluación del desempeño y la toma de decisiones estratégicas. (Gómez-Bayona, 2020).
Figura 3. Modelo estructural Balanced Scorecard
Fuente: Adaptado de “El Balanced Scorecard. Revista de antiguos alumnos del IESE” (p. 5), Fernández, A. (2001).
Modelo Intellectus: Este modelo ofrece un marco estructurado que facilita a las organizaciones la reflexión, diseño e implementación de iniciativas orientadas a la gestión eficiente del Capital Intelectual.
Figura 4. Estructura Modelo Intellectus
Fuente: Adaptado de “Génesis, concepto y desarrollo del capital intelectual en la economía del conocimiento: Una reflexión sobre el Modelo Intellectus y sus aplicaciones.” (p. 13), Bueno, E., Salmador, M. P., & Merino, C. (2008), Estudios de Economía Aplicada, 26(2), 43-63.
Metodología
La investigación adopta un enfoque cualitativo, sustentado en una revisión documental orientada a analizar el impacto del capital intelectual en las organizaciones contemporáneas, su aporte a la economía actual y el tratamiento contable de los activos intangibles conforme a la normativa vigente.
Para ello, se recopiló un Scopus de 50 documentos digitales, seleccionados a partir de un proceso exhaustivo de búsqueda, realizado con apoyo del software VOSviewer. La selección se efectuó sobre un universo inicial considerablemente mayor de documentos, utilizando plataformas con acceso a bases de datos reconocidas como EBSCOhost, Scopus, SpringerLink, SciELO – Scientific Electronic Library y General OneFile.
Los criterios de búsqueda se establecieron en idioma español, limitándose a publicaciones de los últimos cinco años y a documentos que incluyeran, de manera accesible, los siguientes apartados: título, resumen, palabras clave, metodología, resultados, conclusiones y referencias bibliográficas.
El software VOSviewer se empleó para construir y visualizar redes bibliométricas, permitiendo examinar las relaciones entre los documentos seleccionados a través de análisis de citas, co-citas y vínculos de autoría. Esta herramienta facilitó la identificación de patrones de citación y las conexiones existentes entre los principales artículos y autores en el ámbito de estudio, además de ofrecer representaciones gráficas que ilustran la interconexión entre los trabajos, proporcionando una visión estructurada y clara del campo de investigación.
Se ha elaborado una matriz con información, título de la publicación, autores, año, nombre de fuente, tema, tipo de estudio, concepciones/Ideas centrales (hallazgos más importantes), referencias normas APA.
Tabla 1. Matriz documental
Nota: Esta tabla muestra la estructura de los documentos consultados, para realizar la investigación.
Resultados
Se analizan las contribuciones académicas de la plataforma Scopus relacionadas con el capital intelectual, su reconocimiento contable y su impacto en la economía actual. A partir de diversas fuentes bibliográficas, se busca examinar los desafíos y limitaciones en la medición y reconocimiento contable del capital intelectual bajo las normativas contables actuales.
El análisis de la base de datos documental exportada, que recopila investigaciones sobre capital intelectual publicadas entre 2019 y 2024, permitió identificar un total de 4,638 registros, aunque con ciertas limitaciones. Estas restricciones evidencian las dificultades inherentes a la medición y reconocimiento del capital intelectual bajo las actuales normativas contables.
Figura 5. Representación gráfica de palabras claves en el Estudio del Capital Intelectual
Fuente: Base de datos exportada desde Scopus en formato CSV para análisis bibliométrico. (2024). Scopus Database. Recuperado de https://www.scopus.com.
Pese al creciente interés en este ámbito, los resultados muestran que integrar estos activos intangibles en los estados financieros continúa siendo un desafío, especialmente en lo relacionado con la medición del capital humano y su vinculación con el desempeño financiero. El examen de la base documental revela que el capital intelectual se articula principalmente en torno al capital humano y la gestión del conocimiento, dos pilares interconectados que resultan esenciales para el desarrollo y la competitividad organizacional.
En el contexto de la economía actual, integrar estos componentes puede potenciar la capacidad de las organizaciones para adaptarse ágilmente a cambios y aprovechar oportunidades en el mercado global. Además, la figura (4) destaca el papel relevante de Leif Edvinsson en la generación de conocimiento sobre capital intelectual.
Reconocido como uno de los pioneros en este campo, Edvinsson ha realizado importantes aportes al desarrollo conceptual del tema, convirtiéndose en una referencia obligada en la investigación contemporánea. Su liderazgo se refleja tanto en el volumen de publicaciones vinculadas a su trabajo como en la apertura de nuevas líneas de investigación.
Para avanzar en la identificación, valoración y registro contable del capital intelectual, se propone fortalecer la medición del capital humano mediante la implementación de indicadores precisos que permitan reflejar su impacto en el desempeño organizacional.
Reformular el siguiente análisis. Durante el último año, se analizaron 14,967 referencias bibliográficas, lo que revela que el capital intelectual, especialmente la gestión del conocimiento juega un papel crucial en la economía contemporánea, particularmente en la economía circular, donde la eficiencia en el uso de recursos y la sostenibilidad son esenciales. Este conocimiento, que se convierte en un motor de innovación, contribuye significativamente al valor organizacional, pero su medición y reconocimiento contable siguen siendo un desafío bajo las normativas actuales. Aunque las normativas contables no capturan plenamente el impacto de estos activos intangibles, es fundamental adoptar estrategias que reconozcan la gestión del conocimiento como un activo esencial.
Figura 6. Representación gráfica en el Estudio de la economía actual
Fuente: Base de datos exportada desde Scopus en formato CSV para análisis bibliométrico. (2024). Scopus Database. Recuperado de https://www.scopus.com
Proponer la integración de herramientas digitales, promover la capacitación en sostenibilidad y fomentar una cultura de aprendizaje continuo permitiría mejorar la identificación, valoración y registro contable del capital intelectual, adaptándose a las mejores prácticas internacionales y contribuyendo a una economía más resiliente, competitiva y sostenible.
De acuerdo con la investigación documental realizada los componentes del capital intelectual según Gómez Romo, López Gómez y Totoy Sinalin (2023) el capital humano, representado por el conocimiento, habilidades y experiencia del talento humano, influye directamente en la productividad y la innovación. El capital estructural, compuesto por los procesos, tecnologías y propiedad intelectual, facilita la eficiencia operativa y la diferenciación en el mercado y el capital relacional, basado en las redes de clientes, proveedores y alianzas estratégicas, contribuye a la sostenibilidad y el crecimiento de las empresas. Una gestión y medición adecuadas son fundamentales para enfrentar los desafíos de la economía actual, refleja una transformación en la manera en que las organizaciones crean valor, destacando la importancia de reconocer el capital intelectual como un factor clave en su éxito.
Según el aporte de Ballesteros (2019), la medición y el reconocimiento contable del capital intelectual enfrentan retos significativos, principalmente debido a la naturaleza intangible de sus componentes y a la falta de criterios uniformes para su valoración. Actualmente, se han incorporado metodologías que incluyen el aprendizaje automático y enfoques humanizados. Modelos como el Skandia Navigator, el Balanced Scorecard y el modelo Intellectus ofrecen marcos estructurados para evaluar y gestionar el capital intelectual, adaptándose a las normativas contables internacionales y proporcionando una visión más precisa del valor generado por los activos intangibles. Estos enfoques no solo mejoran la medición y el registro del capital intelectual, sino que también facilitan su integración en los sistemas de gestión organizacional, fortaleciendo la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo.
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